Juan 1:1-51 DHH94I

Juan 1:1-51

El Verbo hecho carne

1 En el principio ya existí­a la Palabra; y aquel que es laPalabra estaba con Dios y era Dios.

2 Él estaba en el principio con Dios.

3 Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él.

4 En él estaba la vida, y lo que fue hecho tení­a vida en él, y la vida era la luz.

5 Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podidoapagarla.

6 Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió

7 como testigo, para que diera testimonio de la luz y para quetodos creyeran por lo que él decí­a.

8 Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.

9 La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad vení­a a este mundo.

10 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dioshizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no loreconocieron.

11 Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron.

12 Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedióel privilegio de llegar a ser hijos de Dios.

13 Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseoshumanos, sino porque Dios los ha engendrado.

14 Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entrenosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió delPadre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.

15 Juan dio testimonio de él, diciendo: "Este es aquel a quienyo me referí­a cuando dije que el que viene después de mí­ es másimportante que yo, porque existí­a antes que yo."

16 De su abundancia todos hemos recibido un don en vez deotro;

17 porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y laverdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo.

18 Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Diosy que vive en í­ntima comunión con el Padre, es quien nos lo hadado a conocer.

Testimonio de Juan el Bautista

19 Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridadesjudí­as enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas apreguntarle a Juan quién era él.

20 Y él confesó claramente: --Yo no soy el Mesí­as.

21 Le volvieron a preguntar: --¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elí­as? Juan dijo: --No lo soy. Ellos insistieron: --Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir? Contestó: --No.

22 Le dijeron: --¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los quenos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?

23 Juan les contestó: --Yo soy una voz que grita en el desierto: 'Abran un caminoderecho para el Señor', tal como dijo el profeta Isaí­as.

24 Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan,

25 le preguntaron: --Pues si no eres el Mesí­as, ni Elí­as ni el profeta, ¿por québautizas?

26 Juan les contestó: --Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen

27 y que viene después de mí­. Yo ni siquiera merezco desatarlela correa de sus sandalias.

28 Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otrolado del rí­o Jordán, donde Juan estaba bautizando.

El Cordero de Dios

29 Al dí­a siguiente, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, ydijo: "¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecadodel mundo!

30 A él me referí­a yo cuando dije: 'Después de mí­ viene unoque es más importante que yo, porque existí­a antes que yo.'

31 Yo mismo no sabí­a quién era; pero he venido bautizando conagua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca."

32 Juan también declaró: "He visto al Espí­ritu Santo bajardel cielo como una paloma, y reposar sobre él.

33 Yo todaví­a no sabí­a quién era; pero el que me envió abautizar con agua, me dijo: 'Aquel sobre quien veas que el Espí­ritubaja y reposa, es el que bautiza con Espí­ritu Santo.'

34 Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo deDios."

Los primeros discípulos

35 Al dí­a siguiente, Juan estaba allí­ otra vez con dos de susseguidores.

36 Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo: --¡Miren, ese es el Cordero de Dios!

37 Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron aJesús.

38 Jesús se volvió, y al ver que lo seguí­an les preguntó: --¿Qué están buscando? Ellos dijeron: --Maestro, ¿dónde vives?

39 Jesús les contestó: --Vengan a verlo. Fueron, pues, y vieron dónde viví­a, y pasaron con él el restodel dí­a, porque ya eran como las cuatro de la tarde.

40 Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, eraAndrés, hermano de Simón Pedro.

41 Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, yle dijo: --Hemos encontrado al Mesí­as (que significa: Cristo).

42 Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús; cuandoJesús lo vio, le dijo: --Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (quesignifica: Pedro).

Jesús llama a Felipe y a Natanael

43 Al dí­a siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea.Encontró a Felipe, y le dijo: --Sí­gueme.

44 Este Felipe era del pueblo de Betsaida, de donde eran tambiénAndrés y Pedro.

45 Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: --Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en loslibros de la ley, y de quien también escribieron los profetas. EsJesús, el hijo de José, el de Nazaret.

46 Dijo Natanael: --¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: --Ven y compruébalo.

47 Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo: --Aquí­ viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.

48 Natanael le preguntó: --¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió: --Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de lahiguera.

49 Natanael le dijo: --Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!

50 Jesús le contestó: --¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de lahiguera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.

51 También dijo Jesús: --Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a losángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Juan
(Jn. 1:1-51)

Su abreviatura es Jn. (Nuevo Testamento), pertenece al tipo de libros Libros biográficos, evangelios. Hace referencia a la concepción, nacimiento, vida pública, enseñanzas, crucifixión, resurrección y legado de Jesús de Nazaret.

Capítulo 1 del libro Juan (Jn.) - Biblia versión Dios habla hoy (DHH94I)

Versículo del día

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Efesios 4:32 (RVR60)