Citas Biblicas referente a Reino I Crónicas 29:11 - Reina Valera Antigua (RVR09)

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.

¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. (Selah.)

Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey, él mismo nos salvará.

Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice á Sión: Tu Dios reina!

Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel dí­a Jehová será uno, y uno su nombre.

Desde entonces comenzó Jesús á predicar, y á decir: Arrepentí­os, que el reino de los cielos se ha acercado.

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos.

De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así­ enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Y á ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

Y Jesús dijo: Dejad á los niños, y no les impidáis de venir á mí­; porque de los tales es el reino de los cielos.

Y diciendo: El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentí­os, y creed al evangelio.

Y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado á vosotros el reino de Dios.

No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino.

Respondió Jesús, y dí­jole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espí­ritu, no puede entrar en el reino de Dios.