Hechos 10:1-48 RVR60

Hechos 10:1-48

Pedro y Cornelio

1 Habí­a en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañí­a llamada la Italiana,

2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hací­a muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.

3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del dí­a, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decí­a: Cornelio.

4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.

5 Enví­a, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.

6 Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.

7 Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistí­an;

8 a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo.

9 Al dí­a siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.

10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis;

11 y vio el cielo abierto, y que descendí­a algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra;

12 en el cual habí­a de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.

13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.

14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.

15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.

16 Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.

17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí­ sobre lo que significarí­a la visión que habí­a visto, he aquí­ los hombres que habí­an sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.

18 Y llamando, preguntaron si moraba allí­ un Simón que tení­a por sobrenombre Pedro.

19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espí­ritu: He aquí­, tres hombres te buscan.

20 Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.

21 Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por Cornelio, les dijo: He aquí­, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?

22 Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judí­os, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para oí­r tus palabras.

23 Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al dí­a siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.

24 Al otro dí­a entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más í­ntimos.

25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.

26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.

27 Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habí­an reunido.

28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judí­o juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí­ me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;

29 por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así­ que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir?

30 Entonces Cornelio dijo: hace cuatro dí­as que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí­ un varón con vestido resplandeciente,

31 y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oí­da, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.

32 Enví­a, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará.

33 Así­ que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí­ en la presencia de Dios, para oí­r todo lo que Dios te ha mandado.

34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,

35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.

37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:

38 cómo Dios ungió con el Espí­ritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.

40 A éste levantó Dios al tercer dí­a, e hizo que se manifestase;

41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios habí­a ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.

42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.

43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.

44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espí­ritu Santo cayó sobre todos los que oí­an el discurso.

45 Y los fieles de la circuncisión que habí­an venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espí­ritu Santo.

46 Porque los oí­an que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espí­ritu Santo también como nosotros?

48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos dí­as.

Hechos
(Hch. 10:1-48)

Su abreviatura es Hch. (Nuevo Testamento), pertenece al tipo de libros Libros de Historia. Hace referencia a los hechos que tuvieron que afrontar los apóstoles en el camino a instituir la Iglesia cristiana.

Capítulo 10 del libro Hechos (Hch.) - Biblia versión Reina Valera 1960 (RVR60)

Versículo del día

Porque El ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta.

Salmos 107:9 (LBLA)