Marcos 14:1-72 LBLA

Marcos 14:1-72

El complot para prender a Jesús

1 Faltaban dos dí­as para la Pascua y para la fiesta de los panes sin levadura; y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matarle ;

2 porque decí­an: No durante la fiesta, no sea que haya un tumulto del pueblo.

Jesús es ungido en Betania

3 Y estando El en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; y rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.

4 Pero algunos estaban indignados y se decí­an unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?

5 Porque este perfume podí­a haberse vendido por más de trescientos denarios, y dado el dinero a los pobres. Y la reprendí­an.

6 Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra ha hecho conmigo.

7 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí­ no siempre me tendréis.

8 Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.

9 Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya.

Judas ofrece entregar a Jesús

10 Entonces Judas Iscariote, que era uno de los doce, fue a los principales sacerdotes para entregarles a Jesús.

11 Cuando ellos lo oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregarle en un momento oportuno.

Institución de la Cena del Señor

12 El primer dí­a de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de la Pascua, sus discí­pulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?

13 Y envió a dos de sus discí­pulos, y les dijo: Id a la ciudad, y allí­ os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle;

14 y donde él entre, decid al dueño de la casa: "El Maestro dice: '¿Dónde está mi habitación en la que pueda comer la Pascua con mis discí­pulos?'"

15 Y él os mostrará un gran aposento alto, amueblado y preparado; haced los preparativos para nosotros allí­.

16 Salieron, pues, los discí­pulos y llegaron a la ciudad, y encontraron todo tal como El les habí­a dicho; y prepararon la Pascua.

17 Al atardecer llegó El con los doce.

18 Y estando sentados a la mesa comiendo, Jesús dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me entregará; el que come conmigo.

19 Ellos comenzaron a entristecerse y a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo?

20 Y El les dijo: Es uno de los doce, el que moja conmigo en el plato.

21 Porque el Hijo del Hombre se va tal y como está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido.

22 Y mientras comí­an, tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo.

23 Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.

24 Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos.

25 En verdad os digo: Ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel dí­a cuando lo beba nuevo en el reino de Dios.

Jesús anuncia la negación de Pedro

26 Después de cantar un himno, salieron para el monte de los Olivos.

27 Y Jesús les dijo: Todos vosotros os apartaréis, porque escrito está: "HERIRE AL PASTOR, Y LAS OVEJAS SE DISPERSARAN."

28 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.

29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no lo haré.

30 Y Jesús le dijo: En verdad te digo que tú, hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces.

31 Pero Pedro con insistencia repetí­a: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decí­an también lo mismo.

Jesús ora en Getsemaní

32 Y llegaron a un lugar que se llama Getsemaní­, y dijo a sus discí­pulos: Sentaos aquí­ hasta que yo haya orado.

33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.

34 Y les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí­ y velad.

35 Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.

36 Y decí­a: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí­ esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras .

37 Entonces vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?

38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espí­ritu está dispuesto, pero la carne es débil.

39 Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.

40 Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabí­an qué responderle.

41 Vino por tercera vez, y les dijo: ¿Todaví­a estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí­, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.

42 Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.

Arresto de Jesús

43 En ese momento, mientras todaví­a estaba El hablando, llegó Judas, uno de los doce, acompañado de una multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.

44 Y el que le entregaba les habí­a dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle y llevadle con seguridad.

45 Y habiendo llegado, inmediatamente se acercó a El diciendo: ¡Rabí­! Y le besó.

46 Entonces ellos le echaron mano y le prendieron.

47 Pero uno de los que estaban allí­, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.

48 Y dirigiéndose Jesús a ellos, les dijo: ¿Habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme como contra un ladrón?

49 Cada dí­a estaba con vosotros en el templo enseñando, y no me prendisteis; pero esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras.

50 Y abandonándole, huyeron todos.

El joven que huyó

51 Cierto joven le seguí­a, vestido sólo con una sábana sobre su cuerpo desnudo; y lo prendieron;

52 pero él, dejando la sábana, escapó desnudo.

Jesús ante el concilio

53 Y llevaron a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas.

54 Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego.

55 Y los principales sacerdotes y todo el concilio, procuraban obtener testimonio contra Jesús para darle muerte, pero no lo hallaban.

56 Porque muchos daban falso testimonio contra El, pero sus testimonios no coincidí­an.

57 Y algunos, levantándose, daban falso testimonio contra El, diciendo:

58 Nosotros le oí­mos decir: "Yo destruiré este templo hecho por manos, y en tres dí­as edificaré otro no hecho por manos."

59 Y ni siquiera en esto coincidí­a el testimonio de ellos.

60 Entonces el sumo sacerdote levantándose, se puso en medio y preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?

61 Mas El callaba y nada respondí­a. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote, diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?

62 Jesús dijo: Yo soy; y veréis al HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER y VINIENDO CON LAS NUBES DEL CIELO.

63 Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus ropas, dijo: ¿Qué necesidad tenemos de más testigos?

64 Habéis oí­do la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron, diciendo que era reo de muerte.

65 Y comenzaron algunos a escupirle, a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: ¡Profetiza! Y los alguaciles le recibieron a bofetadas.

Pedro niega a Jesús

66 Estando Pedro abajo en el patio, llegó una de las sirvientas del sumo sacerdote,

67 y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo: Tú también estabas con Jesús el Nazareno.

68 Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó.

69 Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí­: Este es uno de ellos.

70 Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí­ volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo.

71 Pero él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis!

72 Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le habí­a dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.

Marcos
(Mr. 14:1-72)

Su abreviatura es Mr. (Nuevo Testamento), pertenece al tipo de libros Libros biográficos, evangelios. Hace referencia a la concepción, nacimiento, vida pública, enseñanzas, crucifixión, resurrección y legado de Jesús de Nazaret.

Capítulo 14 del libro Marcos (Mr.) - Biblia versión La biblia de las Américas (LBLA)

Versículo del día

Estas cosas os he hablado para que en mí­ tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Juan 16:33 (RVR60)