Hechos 10:1-48 DHH94I

Hechos 10:1-48

Pedro y Cornelio

1 Habí­a en la ciudad de Cesarea un hombre que se llamabaCornelio, capitán del batallón llamado el Italiano.

2 Era un hombre piadoso que, junto con toda su familia, adoraba aDios. También daba mucho dinero para ayudar a los judí­os, y orabasiempre a Dios.

3 Un dí­a, a eso de las tres de la tarde, tuvo una visión: Vio claramente a un ángel de Dios que entraba donde él estaba yle decí­a: "¡Cornelio!"

4 Cornelio se quedó mirando al ángel, y con mucho miedo lepreguntó: "¿Qué se te ofrece, señor?" El ángel le dijo:"Dios tiene presentes tus oraciones y lo que has hecho para ayudara los necesitados.

5 Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a unhombre llamado Simón, que también es conocido como Pedro.

6 Está alojado en casa de otro Simón, un curtidor que vivejunto al mar."

7 Cuando se fue el ángel que le habí­a hablado, Cornelio llamóa dos de sus sirvientes y a un soldado que era muy religioso y de suconfianza,

8 y después de contárselo todo, los envió a Jope.

9 Al dí­a siguiente, a eso del mediodí­a, mientras iban de caminocerca de Jope, Pedro subió a orar a la azotea de la casa.

10 Tení­a hambre y querí­a comer, pero mientras le estabanpreparando la comida, tuvo una visión:

11 vio que el cielo se abrí­a y que descendí­a a la tierra algoparecido a una gran sábana, bajada por las cuatro puntas.

12 En la sábana habí­a toda clase de cuadrúpedos, y tambiénreptiles y aves.

13 Y oyó una voz, que le dijo: "Levántate, Pedro; mata ycome."

14 Pedro contestó: "No, Señor; yo nunca he comido nada profanoni impuro."

15 La voz le habló de nuevo, y le dijo: "Lo que Dios hapurificado, no lo llames tú profano."

16 Esto sucedió tres veces, y luego la sábana volvió a subiral cielo.

17 Pedro estaba preocupado pensando qué querrí­a decir aquellavisión, cuando llegaron a la puerta los hombres de Cornelio, quehabí­an averiguado dónde estaba la casa de Simón.

18 Al llegar, preguntaron en voz alta si allí­ se alojaba un talSimón, a quien también llamaban Pedro.

19 Y mientras Pedro todaví­a estaba pensando en la visión, elEspí­ritu Santo le dijo: "Mira, tres hombres te buscan.

20 Levántate, baja y ve con ellos sin dudarlo, porque yo los heenviado."

21 Pedro bajó y dijo a los hombres: --Yo soy el que ustedes buscan; ¿a qué han venido?

22 Ellos contestaron: --Venimos de parte del capitán Cornelio, un hombre justo, queadora a Dios y a quien todos los judí­os estiman y quieren. Unángel de Dios le dijo que lo llamara a usted, para que usted vaya asu casa y él escuche lo que tenga que decirle.

23 Entonces Pedro los hizo entrar, y se quedaron con él aquellanoche. Al dí­a siguiente, Pedro se fue con ellos, y lo acompañaronalgunos de los hermanos que viví­an en Jope.

24 Y al otro dí­a llegaron a Cesarea, donde Cornelio los estabaesperando junto con un grupo de sus parientes y amigos í­ntimos, aquienes habí­a invitado.

25 Cuando Pedro llegó a la casa, Cornelio salió a recibirlo, yse puso de rodillas delante de él, para adorarlo.

26 Pero Pedro lo levantó, diciéndole: --Ponte de pie, pues yo también soy un hombre, como tú.

27 Mientras hablaba con él, entró y encontró a muchas personasreunidas.

28 Pedro les dijo: --Ustedes saben que a un judí­o le prohí­be su religión tenertratos con extranjeros o entrar en sus casas. Pero Dios me haenseñado que no debo llamar profano o impuro a nadie.

29 Por eso, tan pronto como me avisaron, vine sin poner ningunaobjeción. Quisiera saber, pues, por qué me han llamado.

30 Cornelio contestó: --Hace cuatro dí­as, como a esta misma hora, yo estaba aquí­ enmi casa haciendo la oración de las tres de la tarde, cuando se meapareció un hombre vestido con ropa brillante.

31 Me dijo: 'Cornelio, Dios ha oí­do tu oración y se ha acordadode lo que has hecho para ayudar a los necesitados.

32 Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir aSimón, que también se llama Pedro. Está alojado en casa de otroSimón, un curtidor que vive junto al mar.'

33 Así­ que envié inmediatamente a buscarte, y tú has tenido labondad de venir. Ahora estamos todos aquí­ delante de Dios, y queremos escuchar todo lo que el Señor te ha mandado decirnos.

34 Pedro entonces comenzó a hablar, y dijo: --Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre unapersona y otra,

35 sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverenciany hacen lo bueno.

36 Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando elmensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.

37 Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de losjudí­os, comenzando en Galilea, después que Juan proclamó que eranecesario bautizarse.

38 Saben que Dios llenó de poder y del Espí­ritu Santo a Jesúsde Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos losque sufrí­an bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Diosestaba con él,

39 y nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús en laregión de Judea y en Jerusalén. Después lo mataron, colgándoloen una cruz.

40 Pero Dios lo resucitó al tercer dí­a, e hizo que se nosapareciera a nosotros.

41 No se apareció a todo el pueblo, sino a nosotros, a quienesDios habí­a escogido de antemano como testigos. Nosotros comimos ybebimos con él después que resucitó.

42 Y él nos envió a anunciarle al pueblo que Dios lo ha puestocomo Juez de los vivos y de los muertos.

43 Todos los profetas habí­an hablado ya de Jesús, y habí­andicho que quienes creen en él reciben por medio de él el perdónde los pecados.

44 Todaví­a estaba hablando Pedro, cuando el Espí­ritu Santo vinosobre todos los que escuchaban su mensaje.

45 Y los creyentes procedentes del judaí­smo que habí­an llegadocon Pedro, se quedaron admirados de que el Espí­ritu Santo fueradado también a los que no eran judí­os,

46 pues los oí­an hablar en lenguas extrañas y alabar a Dios.

47 Entonces Pedro dijo: --¿Acaso puede impedirse que sean bautizadas estas personas, quehan recibido el Espí­ritu Santo igual que nosotros?

48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo.Después rogaron a Pedro que se quedara con ellos algunos dí­as.

Hechos
(Hch. 10:1-48)

Su abreviatura es Hch. (Nuevo Testamento), pertenece al tipo de libros Libros de Historia. Hace referencia a los hechos que tuvieron que afrontar los apóstoles en el camino a instituir la Iglesia cristiana.

Capítulo 10 del libro Hechos (Hch.) - Biblia versión Dios habla hoy (DHH94I)

Versículo del día

Porque El ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta.

Salmos 107:9 (LBLA)