Juan 4:1-54 DHH94I

Juan 4:1-54

Jesús y la mujer samaritana

1 Los fariseos se enteraron de que Jesús hací­a más discí­pulosy bautizaba más que Juan

2 (aunque en realidad no era Jesús el que bautizaba, sino susdiscí­pulos).

3 Cuando Jesús lo supo, salió de Judea para volver a Galilea.

4 En su viaje, tení­a que pasar por la región de Samaria.

5 De modo que llegó a un pueblo de Samaria que se llamaba Sicar,cerca del terreno que Jacob habí­a dado en herencia a su hijoJosé.

6 Allí­ estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, sesentó junto al pozo. Era cerca del mediodí­a.

7,8 Los discí­pulos habí­an ido al pueblo a comprar algo decomer. En eso, una mujer de Samaria llegó al pozo a sacar agua, yJesús le dijo: --Dame un poco de agua.

9 Pero como los judí­os no tienen trato con los samaritanos, lamujer le respondió: --¿Cómo es que tú, siendo judí­o, me pides agua a mí­, que soysamaritana?

10 Jesús le contestó: --Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendoagua, tú le pedirí­as a él, y él te darí­a agua viva.

11 La mujer le dijo: --Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo esmuy hondo: ¿de dónde vas a darme agua viva?

12 Nuestro antepasado Jacob nos dejó este pozo, del que élmismo bebí­a y del que bebí­an también sus hijos y sus animales.¿Acaso eres tú más que él?

13 Jesús le contestó: --Todos los que beben de esta agua, volverán a tener sed;

14 pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá atener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él enmanantial de agua que brotará dándole vida eterna.

15 La mujer le dijo: --Señor, dame de esa agua, para que no vuelva yo a tener sed nitenga que venir aquí­ a sacar agua.

16 Jesús le dijo: --Ve a llamar a tu marido y vuelve acá.

17 La mujer le contestó: --No tengo marido. Jesús le dijo: --Bien dices que no tienes marido;

18 porque has tenido cinco maridos, y el que ahora tienes no estu marido. Es cierto lo que has dicho.

19 Al oir esto, la mujer le dijo: --Señor, ya veo que eres un profeta.

20 Nuestros antepasados, los samaritanos, adoraron a Dios aquí­,en este monte; pero ustedes los judí­os dicen que Jerusalén esel lugar donde debemos adorarlo.

21 Jesús le contestó: --Créeme, mujer, que llega la hora en que ustedes adorarán alPadre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén.

22 Ustedes no saben a quién adoran; pero nosotros sabemos aquién adoramos, pues la salvación viene de los judí­os.

23 Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de verasadoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme alEspí­ritu de Dios. Pues el Padre quiere que así­ lo hagan los que loadoran.

24 Dios es Espí­ritu, y los que lo adoran deben hacerlo de unmodo verdadero, conforme al Espí­ritu de Dios.

25 La mujer le dijo: --Yo sé que va a venir el Mesí­as (es decir, el Cristo); ycuando él venga, nos lo explicará todo.

26 Jesús le dijo: --Ese soy yo, el mismo que habla contigo.

27 En esto llegaron sus discí­pulos, y se quedaron extrañados deque Jesús estuviera hablando con una mujer. Pero ninguno seatrevió a preguntarle qué querí­a, o de qué estaba conversandocon ella.

28 La mujer dejó su cántaro y se fue al pueblo, donde dijo a lagente:

29 --Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hehecho. ¿No será este el Mesí­as?

30 Entonces salieron del pueblo y fueron a donde estaba Jesús.

31 Mientras tanto, los discí­pulos le rogaban: --Maestro, come algo.

32 Pero él les dijo: --Yo tengo una comida, que ustedes no conocen.

33 Los discí­pulos comenzaron a preguntarse unos a otros: --¿Será que le habrán traí­do algo de comer?

34 Pero Jesús les dijo: --Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar sutrabajo.

35 Ustedes dicen: 'Todaví­a faltan cuatro meses para la cosecha';pero yo les digo que se fijen en los sembrados, pues ya estánmaduros para la cosecha.

36 El que trabaja en la cosecha recibe su paga, y la cosecha querecoge es para vida eterna, para que tanto el que siembra como elque cosecha se alegren juntamente.

37 Pues bien dice el dicho, que 'Unos siembran y otros cosechan.'

38 Y yo los envié a ustedes a cosechar lo que no les costóningún trabajo; otros fueron los que trabajaron, y ustedes son losque se han beneficiado del trabajo de ellos.

39 Muchos de los habitantes de aquel pueblo de Samaria creyeronen Jesús por lo que les habí­a asegurado la mujer: "Me ha dichotodo lo que he hecho."

40 Así­ que, cuando los samaritanos llegaron, rogaron a Jesúsque se quedara con ellos. Él se quedó allí­ dos dí­as,

41 y muchos más creyeron al oir lo que él mismo decí­a.

42 Y dijeron a la mujer: --Ahora creemos, no solamente por lo que tú nos dijiste, sinotambién porque nosotros mismos le hemos oí­do y sabemos que deveras es el Salvador del mundo.

Jesús sana al hijo de un noble

43 Pasados esos dos dí­as, Jesús salió de Samaria y siguió suviaje a Galilea.

44 Porque, como él mismo dijo, a un profeta no lo honran en supropia tierra.

45 Cuando llegó a Galilea, los de aquella región lo recibieronbien, porque también habí­an ido a la fiesta de la Pascua aJerusalén y habí­an visto todo lo que él hizo entonces.

46 Jesús regresó a Caná de Galilea, donde habí­a convertido elagua en vino. Y habí­a un alto oficial del rey, que tení­a un hijoenfermo en Cafarnaúm.

47 Cuando el oficial supo que Jesús habí­a llegado de Judea aGalilea, fue a verlo y le rogó que fuera a su casa y sanara a suhijo, que estaba a punto de morir.

48 Jesús le contestó: --Ustedes no creen, si no ven señales y milagros.

49 Pero el oficial le dijo: --Señor, ven pronto, antes que mi hijo se muera.

50 Jesús le dijo entonces: --Vuelve a casa; tu hijo vive. El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue.

51 Mientras regresaba a su casa, sus criados salieron a suencuentro y le dijeron: --¡Su hijo vive!

52 Él les preguntó a qué hora habí­a comenzado a sentirsemejor su hijo, y le contestaron: --Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre.

53 El padre cayó entonces en la cuenta de que era la misma horaen que Jesús le dijo: "Tu hijo vive"; y él y toda su familiacreyeron en Jesús.

54 Esta fue la segunda señal milagrosa que hizo Jesús, cuandovolvió de Judea a Galilea.

Juan
(Jn. 4:1-54)

Su abreviatura es Jn. (Nuevo Testamento), pertenece al tipo de libros Libros biográficos, evangelios. Hace referencia a la concepción, nacimiento, vida pública, enseñanzas, crucifixión, resurrección y legado de Jesús de Nazaret.

Capítulo 4 del libro Juan (Jn.) - Biblia versión Dios habla hoy (DHH94I)

Versículo del día

Porque El ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta.

Salmos 107:9 (LBLA)