Marcos 14:1-72 DHH94I

Marcos 14:1-72

El complot para prender a Jesús

1 Faltaban dos dí­as para la fiesta de la Pascua, cuando se comeel pan sin levadura. Los jefes de los sacerdotes y los maestrosde la ley buscaban la manera de arrestar a Jesús por medio dealgún engaño, y matarlo.

2 Pues algunos decí­an: --No durante la fiesta, para que la gente no se alborote.

Jesús es ungido en Betania

3 Jesús habí­a ido a Betania, a casa de Simón, al que llamabanel leproso. Mientras estaba sentado a la mesa, llegó una mujer quellevaba un frasco de alabastro lleno de perfume de nardo puro, demucho valor. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabezade Jesús.

4 Algunos de los presentes se enojaron, y se dijeron unos aotros: --¿Por qué se ha desperdiciado este perfume?

5 Podí­a haberse vendido por el equivalente al salario detrescientos dí­as, para ayudar a los pobres. Y criticaban a aquella mujer.

6 Pero Jesús dijo: --Déjenla; ¿por qué la molestan? Ha hecho una obra buenaconmigo.

7 Pues a los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y puedenhacerles bien cuando quieran; pero a mí­ no siempre me van a tener.

8 Esta mujer ha hecho lo que ha podido: ha perfumado mi cuerpo deantemano para mi entierro.

9 Les aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anunciela buena noticia, se hablará también de lo que hizo esta mujer, yasí­ será recordada.

Judas ofrece entregar a Jesús

10 Judas Iscariote, uno de los doce discí­pulos, fue a ver a losjefes de los sacerdotes para entregarles a Jesús.

11 Al oí­rlo, se alegraron y prometieron darle dinero a Judas,que comenzó a buscar el momento más oportuno de entregar a Jesús.

Institución de la Cena del Señor

12 El primer dí­a de la fiesta en que se comí­a el pan sinlevadura, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua, losdiscí­pulos de Jesús le preguntaron: --¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?

13 Entonces envió a dos de sus discí­pulos, diciéndoles: --Vayan a la ciudad. Allí­ encontrarán a un hombre que lleva uncántaro de agua; sí­ganlo,

14 y donde entre, digan al dueño de la casa: 'El Maestropregunta: ¿Cuál es el cuarto donde voy a comer con mis discí­pulosla cena de Pascua?'

15 Él les mostrará en el piso alto un cuarto grande, arregladoy ya listo para la cena. Prepárennos allí­ lo necesario.

16 Los discí­pulos salieron y fueron a la ciudad. Lo encontrarontodo como Jesús les habí­a dicho, y prepararon la cena dePascua.

17 Al anochecer llegó Jesús con los doce discí­pulos.

18 Mientras estaban a la mesa, comiendo, Jesús les dijo: --Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, meva a traicionar.

19 Ellos se pusieron tristes, y comenzaron a preguntarle uno poruno: --¿Acaso seré yo?

20 Jesús les contestó: --Es uno de los doce, que está mojando el pan en el mismo platoque yo.

21 El Hijo del hombre ha de recorrer el camino que dicen lasEscrituras; pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Hubiera sido mejorpara él no haber nacido.

22 Mientras comí­an, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendopronunciado la bendición, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo: --Tomen, esto es mi cuerpo.

23 Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias aDios, se la pasó a ellos, y todos bebieron.

24 Les dijo: --Esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza, sangreque es derramada en favor de muchos.

25 Les aseguro que no volveré a beber del producto de la vid,hasta el dí­a en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.

Jesús anuncia la negación de Pedro

26 Después de cantar los salmos, se fueron al Monte de losOlivos.

27 Jesús les dijo: --Todos ustedes van a perder su fe en mí­. Así­ lo dicen lasEscrituras: 'Mataré al pastor, y las ovejas se dispersarán.'

28 Pero cuando yo resucite, los volveré a reunir en Galilea.

29 Pedro le dijo: --Aunque todos pierdan su fe, yo no.

30 Jesús le contestó: --Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo porsegunda vez, me negarás tres veces.

31 Pero él insistí­a: --Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decí­an lo mismo.

Jesús ora en Getsemaní

32 Luego fueron a un lugar llamado Getsemaní­. Jesús dijo a susdiscí­pulos: --Siéntense aquí­, mientras yo voy a orar.

33 Y se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó asentirse muy afligido y angustiado.

34 Les dijo: --Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedesaquí­, y permanezcan despiertos.

35 En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinóhasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, de serposible, no le llegara ese momento.

36 En su oración decí­a: "Abbá, Padre, para ti todo esposible: lí­brame de este trago amargo; pero que no se haga lo queyo quiero, sino lo que quieres tú."

37 Luego volvió a donde ellos estaban, y los encontró dormidos.Le dijo a Pedro: --Simón, ¿estás durmiendo? ¿Ni siquiera una hora pudistemantenerte despierto?

38 Manténganse despiertos y oren, para que no caigan ententación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles.

39 Se fue otra vez, y oró repitiendo las mismas palabras.

40 Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los discí­pulos,porque sus ojos se les cerraban de sueño. Y no sabí­an quécontestarle.

41 Volvió por tercera vez, y les dijo: --¿Siguen ustedes durmiendo y descansando? Ya basta, ha llegadola hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de lospecadores.

42 Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona.

Arresto de Jesús

43 Todaví­a estaba hablando Jesús cuando Judas, uno de los docediscí­pulos, llegó acompañado de mucha gente armada con espadas ycon palos. Iban de parte de los jefes de los sacerdotes, de losmaestros de la ley y de los ancianos.

44 Judas, el traidor, les habí­a dado una contraseña,diciéndoles: "Al que yo bese, ese es; arréstenlo y llévenselobien sujeto."

45 Así­ que se acercó a Jesús y le dijo: --¡Maestro! Y lo besó.

46 Entonces le echaron mano a Jesús y lo arrestaron.

47 Pero uno de los que estaban allí­ sacó su espada y le cortóuna oreja al criado del sumo sacerdote.

48 Y Jesús preguntó a la gente: --¿Por qué han venido ustedes con espadas y con palos aarrestarme, como si yo fuera un bandido?

49 Todos los dí­as he estado entre ustedes enseñando en eltemplo, y nunca me arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplanlas Escrituras.

50 Todos los discí­pulos dejaron solo a Jesús, y huyeron.

El joven que huyó

51 Pero un joven lo seguí­a, cubierto solo con una sábana. Aeste lo agarraron,

52 pero él soltó la sábana y escapó desnudo.

Jesús ante el concilio

53 Llevaron entonces a Jesús ante el sumo sacerdote, y sejuntaron todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y losmaestros de la ley.

54 Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio de la casadel sumo sacerdote, y se quedó sentado con los guardianes deltemplo, calentándose junto al fuego.

55 Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscabanalguna prueba para condenar a muerte a Jesús; pero no laencontraban.

56 Porque aunque muchos presentaban falsos testimonios contraél, se contradecí­an unos a otros.

57 Algunos se levantaron y lo acusaron falsamente, diciendo:

58 --Nosotros lo hemos oí­do decir: 'Yo voy a destruir estetemplo que hicieron los hombres, y en tres dí­as levantaré otro nohecho por los hombres.'

59 Pero ni aun así­ estaban de acuerdo en lo que decí­an.

60 Entonces el sumo sacerdote se levantó en medio de todos, ypreguntó a Jesús: --¿No contestas nada? ¿Qué es esto que están diciendocontra ti?

61 Pero Jesús se quedó callado, sin contestar nada. El sumosacerdote volvió a preguntarle: --¿Eres tú el Mesí­as, el Hijo del Dios bendito?

62 Jesús le dijo: --Sí­, yo soy. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a laderecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.

63 Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal deindignación, y dijo: --¿Qué necesidad tenemos de más testigos?

64 Ustedes lo han oí­do decir palabras ofensivas contra Dios.¿Qué les parece? Todos estuvieron de acuerdo en que era culpable y debí­amorir.

65 Algunos comenzaron a escupirlo, y a taparle los ojos ygolpearlo, diciéndole: --¡Adivina quién te pegó! Y los guardianes del templo le pegaron en la cara.

Pedro niega a Jesús

66 Pedro estaba abajo, en el patio. En esto llegó una de lassirvientas del sumo sacerdote;

67 y al ver a Pedro, que se estaba calentando junto al fuego, sequedó mirándolo y le dijo: --Tú también andabas con Jesús, el de Nazaret.

68 Pedro lo negó, diciendo: --No lo conozco, ni sé de qué estás hablando. Y salió fuera, a la entrada. Entonces cantó un gallo.

69 La sirvienta vio otra vez a Pedro y comenzó a decir a losdemás: --Este es uno de ellos.

70 Pero él volvió a negarlo. Poco después, los que estabanallí­ dijeron de nuevo a Pedro: --Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres deGalilea.

71 Entonces Pedro comenzó a jurar y perjurar, diciendo: --¡No conozco a ese hombre de quien ustedes están hablando!

72 En aquel mismo momento cantó el gallo por segunda vez, yPedro se acordó de que Jesús le habí­a dicho: 'Antes que cante elgallo por segunda vez, me negarás tres veces.' Y se echó a llorar.

Marcos
(Mr. 14:1-72)

Su abreviatura es Mr. (Nuevo Testamento), pertenece al tipo de libros Libros biográficos, evangelios. Hace referencia a la concepción, nacimiento, vida pública, enseñanzas, crucifixión, resurrección y legado de Jesús de Nazaret.

Capítulo 14 del libro Marcos (Mr.) - Biblia versión Dios habla hoy (DHH94I)

Versículo del día

Estas cosas os he hablado para que en mí­ tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Juan 16:33 (RVR60)