Números 11:1-35 DHH94I

Números 11:1-35

Jehová envía codornices

1 Un dí­a los israelitas se pusieron a murmurar contra el Señordebido a las dificultades por las que estaban pasando. Al oí­rlos,el Señor se enojó mucho y les envió un fuego que incendió losalrededores del campamento.

2 El pueblo gritó pidiendo ayuda a Moisés, y Moisés rogó alSeñor por ellos. Entonces el fuego se apagó.

3 Por eso aquel lugar se llamó Taberá, porque allí­ elfuego del Señor ardió contra ellos.

4 Entre los israelitas se habí­a mezclado gente de toda clase,que solo pensaba en comer. Y los israelitas, dejándose llevar porellos, se pusieron a llorar y a decir: "¡Ojalá tuviéramos carnepara comer!

5 ¡Cómo nos viene a la memoria el pescado que comí­amos gratisen Egipto! Y también comí­amos pepinos, melones, puerros, cebollasy ajos.

6 Pero ahora nos estamos muriendo de hambre, y no se ve otra cosaque maná."

7 (El maná era parecido a la semilla del cilantro; tení­a uncolor amarillento, como el de la resina,

8 y sabí­a a tortas de harina con aceite. La gente salí­a arecogerlo, y luego lo molí­an o machacaban, y lo cocinaban o lopreparaban en forma de panes.

9 Por la noche, cuando caí­a el rocí­o sobre el campamento, caí­atambién el maná.)

10 Moisés oyó que los israelitas y sus familiares lloraban a laentrada de sus tiendas. El Señor estaba muy enojado. Y Moiséstambién se disgustó,

11 y le dijo al Señor: --¿Por qué me tratas mal a mí­, que soy tu siervo? ¿Quétienes contra mí­, que me has hecho cargar con este pueblo?

12 ¿Acaso soy yo su padre o su madre para que me pidas que loslleve en brazos, como a niños de pecho, hasta el paí­s queprometiste a sus antepasados?

13 ¿De dónde voy a sacar carne para dar de comer a toda estagente? Vienen llorando a decirme: 'Danos carne para comer.'

14 Yo no puedo ya encargarme de llevar solo a todo este pueblo;es una carga demasiado pesada para mí­.

15 Si vas a seguir tratándome así­, mejor quí­tame la vida, sies que de veras me estimas. Así­ no tendré que verme en tantasdificultades.

16 Pero el Señor le contestó: --Reúneme a setenta ancianos israelitas, de los que sepas quetienen autoridad entre el pueblo, y tráelos a la tienda delencuentro y que esperen allí­ contigo.

17 Yo bajaré y hablaré allí­ contigo, y tomaré una parte delespí­ritu que tú tienes y se la daré a ellos para que te ayuden asobrellevar a este pueblo. Así­ no estarás solo.

18 Luego manda al pueblo que se purifique para mañana, ycomerán carne. Ya los he oí­do llorar y decir: '¡Ojalátuviéramos carne para comer! ¡Estábamos mejor en Egipto!' Puesbien, yo les voy a dar carne para que coman,

19 y no solo un dí­a o dos, ni cinco o diez o veinte. No.

20 Comerán carne durante todo un mes, hasta que les salga porlas narices y les dé asco, porque me han rechazado a mí­, elSeñor, que estoy en medio de ellos, y han llorado y han dicho antemí­: '¿Para qué salimos de Egipto?'

21 Entonces Moisés respondió: --El pueblo que viene conmigo es de seiscientos mil hombres de apie, ¿y dices que nos vas a dar a comer carne durante un mesentero?

22 ¿Dónde hay tantas ovejas y vacas que se puedan matar y quealcancen para todos? Aun si les diéramos todo el pescado del mar,no les alcanzarí­a.

23 Pero el Señor le contestó: --¿Crees que es tan pequeño mi poder? Ahora vas a ver si secumple o no lo que he dicho.

24 Moisés salió y contó al pueblo lo que el Señor le habí­adicho, y reunió a setenta ancianos israelitas y los colocóalrededor de la tienda.

25 Entonces el Señor bajó en la nube y habló con Moisés;luego tomó una parte del espí­ritu que Moisés tení­a y se lo dio alos setenta ancianos. En cuanto el espí­ritu reposó sobre ellos,comenzaron a hablar como profetas; pero esto no volvió a repetirse.

26 Dos hombres, el uno llamado Eldad y el otro Medad, habí­ansido escogidos entre los setenta, pero no fueron a la tienda sinoque se quedaron en el campamento. Sin embargo, también sobre ellosreposó el espí­ritu, y comenzaron a hablar como profetas en elcampamento.

27 Entonces un muchacho fue corriendo a decirle a Moisés: --¡Eldad y Medad están hablando como profetas en el campamento!

28 Entonces Josué, hijo de Nun, que desde joven era ayudante deMoisés, dijo: --¡Señor mí­o, Moisés, prohí­beles que lo hagan!

29 Pero Moisés le contestó: --¿Ya estás celoso por mí­? ¡Ojalá el Señor le diera suespí­ritu a todo su pueblo, y todos fueran profetas!

30 Entonces Moisés y los ancianos de Israel volvieron alcampamento.

31 El Señor hizo que soplara del mar un viento que trajobandadas de codornices, las cuales cayeron en el campamento y susalrededores, cubriendo una distancia de hasta un dí­a de caminoalrededor del campamento, y formando un tendido de casi un metro dealtura.

32 Todo ese dí­a y toda la noche y todo el dí­a siguiente lagente estuvo recogiendo codornices. El que menos recogió, recogiódiez montones de codornices, que pusieron a secar en los alrededoresdel campamento.

33 Pero apenas estaban masticando los israelitas la carne de lascodornices, cuando el Señor se enfureció contra ellos y loscastigó, haciendo morir a mucha gente.

34 Por eso le pusieron a ese lugar el nombre deQuibrot-hataavá, porque allí­ enterraron a los que solopensaban en comer.

35 De Quibrot-hataavá siguió el pueblo su camino hasta Haserot,y allí­ se quedó.

Números
(Nm. 11:1-35)

Su abreviatura es Nm. (Antiguo Testamento), pertenece al tipo de libros Pentateuco. Hace referencia a la creación del mundo y del nacimiento del pueblo Hebrero.

Capítulo 11 del libro Números (Nm.) - Biblia versión Dios habla hoy (DHH94I)

Versículo del día

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Efesios 4:32 (RVR60)